Para la mayoría de nosotros, cuando pensamos en una lectura de tarot, nos viene a la mente una mujer con una especie de bata multicolor y un pañuelo en la cabeza, inclinada sobre una mesa a la luz de unas velas, prediciendo fatalidades inminentes. Pero el tarot no va por ahí. Aunque al principio nos imaginemos a la gitana con la bola de cristal, el mundo místico de la lectura del tarot es más bien una movida para la autorreflexión que para la predicción, mostrándonos un nuevo ángulo para ver quiénes somos, las situaciones por las que pasamos y cómo lidiar con eso. ¿Cómo es que un par de cartas sacadas al azar pueden tener relevancia en la vida de uno y en lo que está pasando? La mayoría de los tarotistas coincidimos en que el tarot te puede iluminar sobre las opciones que tenés. Las cartas no te dicen lo que tenés que hacer ni predicen específicamente lo que va a pasar en tu futuro, pero te muestran posibilidades dependiendo del camino que tomes. El tarot es una herramienta para la guía espiritual y permite que quien está recibiendo la lectura conecte con su sabiduría interior. Ya tenés las respuestas, yo solo te doy una mano para iluminarlas